Problemas de rendimiento en AMD Ryzen con Windows 11: causas, pruebas y soluciones

Última actualización: 2 de julio de 2025
  • El bajo rendimiento de procesadores Ryzen en Windows 11 está vinculado principalmente a errores en la gestión de cuentas de usuario, especialmente en las generaciones Zen 4 y Zen 5.
  • Activar la cuenta de administrador puede ofrecer una mejora temporal notable, aunque se recomienda precaución y esperar la solución oficial.
  • Las próximas actualizaciones de Windows 11 prometen resolver las diferencias de rendimiento, fruto de la colaboración entre AMD y Microsoft.
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Muchos usuarios de ordenadores con procesadores AMD Ryzen se han topado últimamente con una situación nada deseable: el rendimiento en Windows 11 parece verse afectado por errores que lastran el potencial de estas CPU, especialmente en tareas exigentes como los videojuegos. Aunque en principio Windows 11 prometía una experiencia fluida y óptima, la realidad que reportan tanto medios especializados como la comunidad de usuarios es mucho más matizada.

¿Dónde está el problema realmente y qué soluciones se han propuesto? ¿Afecta a todos los modelos de Ryzen o solo a las nuevas generaciones? Si has notado bajadas de FPS en juegos, tareas que se ralentizan sin motivo aparente o simplemente te preguntas por qué tu flamante CPU de última generación no rinde como debería, aquí tienes la información más detallada y actualizada basada en los análisis más recientes y contrastados.

¿Por qué Windows 11 puede estar afectando al rendimiento de los AMD Ryzen?

Desde la llegada de Windows 11, han ido apareciendo diversos problemas de rendimiento que afectan especialmente —aunque no exclusivamente— a los procesadores AMD Ryzen. La situación se intensificó con el lanzamiento de las familias Ryzen 7000 y Ryzen 9000, donde algunas pruebas sintéticas y reales detectaron que el rendimiento era menor de lo esperado, sobre todo si se compara con otros sistemas operativos como Linux o incluso con Windows 10.

El problema, lejos de deberse únicamente a fallos de fabricación o arquitectura en los chips, parece estar relacionado con cómo gestiona Windows 11 las cuentas de usuario y los privilegios de administrador. Al ejecutar aplicaciones o juegos bajo una cuenta estándar, el sistema operativo limita ciertos recursos clave, mientras que si se utilizan privilegios elevados (cuenta de administrador del sistema), el rendimiento mejora de manera notable. Varias pruebas independientes, como las llevadas a cabo por el canal Hardware Unboxed y otros medios, han confirmado aumentos de hasta un 10% en los FPS de algunos juegos al cambiar el modo de usuario.

Pruebas, evidencias y el papel del firmware

El asunto no solo se refleja en el ámbito de los videojuegos: usuarios y expertos han notado también que otras tareas exigentes pueden verse afectadas por este tipo de errores de gestión de cuentas en Windows 11. En ciertas aplicaciones, la diferencia entre usar una cuenta estándar y una de administrador puede ser suficiente como para transformar una experiencia fluida en una tarea frustrante.

Además, algunos reportes apuntan a que no todos los problemas provienen exclusivamente de Windows. El firmware de la placa base y la arquitectura de los propios procesadores Ryzen juegan un papel importante, sobre todo en los modelos con doble chiplet, en los que la coordinación entre los núcleos puede verse penalizada por una mala gestión tanto del sistema operativo como del firmware. En palabras de AMD: muchos factores influyen en el rendimiento final, incluidas la arquitectura de la CPU, el motor del juego, la selección de GPU y las opciones de memoria. La irrupción de nuevas arquitecturas suele traer consigo anomalías de rendimiento que deben corregirse tanto desde el software como desde el hardware.

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Impacto del error en diferentes modelos Ryzen: Zen 4, Zen 5 y generaciones anteriores

No todos los Ryzen se ven afectados por igual. Los análisis recientes revelan que, aunque el impacto es más visible en los Ryzen 9000 y 7000, modelos anteriores también pueden sufrir cierta penalización bajo Windows 11. Concretamente, el error parece tener relación con la arquitectura Zen y las predicciones de rama en el procesador, un apartado crucial en la eficiencia de la CPU bajo carga intensa.

En algunos casos documentados, se observa que el Ryzen 7 9700X y el Ryzen 7 7700X ven reducido su rendimiento entre un 3 y un 10% dependiendo del juego y la configuración. En pruebas con títulos tan populares como Hogwarts Legacy, Baldur’s Gate 3 o Cyberpunk 2077, se llegaron a apreciar diferencias de hasta 10 FPS entre el modo estándar y el modo administrador. Lo más llamativo es que, si bien AMD identificó inicialmente el fallo en los Zen 5, los Zen 4 también mostraron notables mejoras al activar el acceso elevado de administrador.

Comparativa con otros sistemas operativos: ¿Por qué Linux no sufre estos problemas?

Algunos usuarios no se han conformado con buscar la raíz del problema dentro de Windows. Pruebas comparativas utilizando Linux han demostrado que estos procesadores, con el sistema operativo de código abierto, lograban cifras de rendimiento muy superiores. Esto confirma que el cuello de botella se sitúa principalmente en la gestión que hace el propio Windows 11, y no tanto en el chip AMD ni en la tecnología de la placa base.

Estas diferencias han reavivado un viejo debate sobre la velocidad con la que el software se adapta a las novedades del hardware. Las optimizaciones que aprovechan todo el potencial de cada nuevo procesador suelen llegar tarde, dejando a los primeros usuarios en una especie de ‘beta’ involuntaria hasta que los parches y actualizaciones solucionan la situación.

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Soluciones temporales mientras llega el parche oficial

Ante la presión de la comunidad y los medios, tanto AMD como Microsoft han reconocido el problema y han asegurado que están trabajando en una solución oficial para las próximas actualizaciones de Windows 11 (en particular para la versión 24H2). Sin embargo, hasta que esta llegue, existen algunos trucos y soluciones provisionales que pueden ayudar a recuperar el rendimiento perdido.

Activar la cuenta de administrador oculto en Windows 11

La solución más comentada y efectiva a corto plazo consiste en activar la cuenta de administrador del sistema, que no es la misma que la cuenta de usuario con permisos de administrador. Para hacerlo:

  • Accede al menú Inicio y busca «Símbolo del sistema».
  • Haz clic derecho y selecciona «Ejecutar como administrador».
  • Introduce el siguiente comando y pulsa Enter: net user administrator /active:yes
  • Cierra la sesión y vuelve a iniciar sesión, ahora verás la cuenta de administrador disponible.
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Ejecutar juegos y aplicaciones bajo esta cuenta puede permitir al procesador desplegar todo su potencial, eliminando las limitaciones que impone el modo usuario estándar. Eso sí, se trata de una solución transitoria y se recomienda aplicar esta opción solo si realmente estás experimentando problemas de rendimiento importantes, ya que trabajar siempre desde esta cuenta puede reducir la seguridad del sistema si no se usa con precaución.

Actualizaciones de Windows y parches: ¿Solución definitiva a la vista?

Microsoft ha ido lanzando diversas actualizaciones acumulativas para intentar paliar estos problemas. Algunas, como la KB5035942, han sido recomendadas de forma opcional para usuarios afectados por las caídas de rendimiento tras instalar parches previos (por ejemplo, KB5035853). Estas actualizaciones pueden corregir la degradación de rendimiento en determinados modelos y situaciones, por lo que merece la pena revisar periódicamente el apartado de actualizaciones opcionales en tu PC:

  • Ve a Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update.
  • Comprueba si hay una sección de actualizaciones opcionales disponibles, e instala la última recomendada por Microsoft.

Los expertos coinciden en que este tipo de parches van en la dirección correcta, aunque todavía no solucionan completamente la raíz del problema. Se espera que la versión 24H2 de Windows 11, prevista para los próximos meses, sea la que realmente repare estas discrepancias y permita a los Ryzen mostrar todo su rendimiento, tanto en modo usuario como en modo administrador.

AMD y Microsoft: Colaboración activa y recomendaciones oficiales

AMD ha dejado claro en sus comunicados que está colaborando estrechamente con Microsoft para identificar y corregir estos problemas. De hecho, ambas compañías han reconocido que la discrepancia de rendimiento se debe, en gran medida, a cómo Windows gestiona las cuentas y los hilos de ejecución en los CPU basados en Zen 3, Zen 4 y Zen 5. En futuras actualizaciones, la previsión es que estas diferencias desaparezcan, igualando el rendimiento de todos los modos de usuario.

Mientras tanto, AMD recomienda mantener todos los controladores, BIOS y el propio Windows actualizados a la última versión. También señala que, en casos puntuales, la falta de optimización de los juegos o el firmware de la placa base pueden contribuir al problema, por lo que no hay un único culpable, sino una combinación de factores que deben alinearse para lograr el máximo rendimiento.

Otras causas posibles: arquitectura, firmware y latencias

No hay que perder de vista que algunos problemas de rendimiento en los Ryzen bajo Windows 11 pueden deberse también a factores de la propia arquitectura de la CPU, y no únicamente a errores del sistema operativo. Por ejemplo, los procesadores Ryzen con dos chiplets (CCD dual) pueden mostrar una ligera caída de rendimiento frente a los de un solo chiplet por cuestiones de latencia e interconexión (Infinity Fabric). Este fenómeno no es exclusivo de la era Windows 11, aunque las actualizaciones recientes parecen haber acentuado sus efectos.

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El retraso típico entre el desarrollo de nuevo hardware y la adaptación del software a sus particularidades ha sido una constante en la industria, y los Ryzen 7000 y 9000 no son una excepción. A esto hay que sumar el hecho de que, en ciertas configuraciones, los juegos o aplicaciones pueden no estar preparados para sacar partido a un mayor número de núcleos, penalizando a las CPUs más modernas en favor de versiones anteriores con menos hilos.

Dudas, debate y expectativas de futuro

La comunidad tecnológica está dividida entre quienes achacan el problema a Microsoft y aquellos que creen que parte de la responsabilidad recae en AMD por no anticipar mejor las peculiaridades arquitectónicas. De cualquier modo, el consenso es claro: Windows 11 todavía no explota al máximo el rendimiento de los Ryzen de última generación, pero la situación tiene visos de mejora a corto plazo gracias a la colaboración entre los dos gigantes de la tecnología.

En cuanto a las alternativas, siempre queda la opción de probar otros sistemas operativos como Linux, que ya ha demostrado no sufrir este tipo de limitaciones con los Ryzen, aunque para la mayoría de usuarios convencionales, la espera del parche oficial de Windows y el uso temporal de privilegios de administrador será lo más práctico y seguro.

La llegada de los procesadores AMD Ryzen 9000 y 7000 ha supuesto un verdadero reto para el sistema operativo Windows 11, que ha evidenciado carencias en la gestión de cuentas y optimización del uso de recursos. Las diferencias de rendimiento detectadas entre el modo usuario y el modo administrador han puesto sobre la mesa la importancia de un software bien adaptado a las novedades hardware, y tanto Microsoft como AMD están trabajando para que muy pronto todos los usuarios puedan disfrutar del potencial real de sus equipos sin necesidad de recurrir a trucos ni soluciones provisionales. Actualizar el sistema, explorar las opciones de cuenta y estar atentos a los parches oficiales son las mejores recomendaciones hasta que esa (https://winadictos.com/aviso-legal/) esté disponible.